TraceMyIP.org

miércoles, 3 de diciembre de 2014


« El excedente de África se utilizó parcialmente para otorgar unos cuantos magros beneficios a los trabajadores europeos y sirvió así para sobornarlos y sofocar sus ímpetus revolucionarios. El soborno tomó la forma de aumentos de salarios, de mejores condiciones de  trabajo, de expansión de los servicios sociales. Los beneficios del colonialismo se difundieron por toda Europa penetrando en todas sus capas sociales de diversas formas. La generalidad de las empresas capitalistas empezaron a ofrecer al consumidor bienes producidos en forma masiva y a bajo precio, y ello sirvió para aliviar en cierta medida la economía doméstica del ama de casa europea. Por ejemplo, al introducirse el café instantáneo, esta bebida quedó al alcance del trabajador común. Entre tanto, los capitalistas aseguraban sus nuevas fortunas haciendo lo necesario para certificar que los campesinos de Costa de Marfil y de Colombia no subieran sus precios. De esta manera, el colonialismo estaba sirviendo a todas las clases y sectores de Europa Occidental y de otras metrópolis capitalistas
Los trabajadores europeos han tenido que pagar un alto precio por los escasos beneficios materiales que les cayeron como migajas desde la mesa colonial. La clase en el poder ha mantenido el control de la divulgación y diseminación de la información. Así los capitalistas se dedicaron a distorsionar la información y la educación de los trabajadores de las metrópolis a un grado tal que llegaron al punto de convertirlos en sus aliados de la explotación colonial. Al aceptar ser guiados como borregos, los trabajadores europeos estaban perpetuando su propio esclavizamiento por los capitalistas. Cesaron de aspirar a la toma del poder político y se conformaron con regatear por pequeños aumentos de  salarios, que con frecuencia se iban cancelando con el creciente costo de la vida. Dejaron de ser creativos y permitieron que los deslumbrar la decadencia de la cultura burguesa. Interrumpieron el ejercicio de sus propio arbitrio y así terminaron haciendo carnicerías no sólo con los pueblos coloniales sino entre ellos mismos». 

Fragmento de cómo Europa subdesarrolló a África de Walter Rodney